El lunes lo conoció a través de Internet, para que luego digan que no sirve para nada, se decía. Una conversación banal, distraída, pero ahí apareció lo que ella buscaba.
Creía en la creación dirigida a un fin. Él era su fin. Ella era su fin.
La conciencia del amor inhibe la virtud de la paciencia. El martes lo conoció y lo llevó a su casa. Allí, en la cama, desnuda, sin esos obstáculos de tela que nos separan del mundo, rió, lloró y gozó en proporciones dispares, con predominio de risa y goce, y el llanto al final, como añoranza del inmediato disfrute previo.
Lo instaló en su casa, en su cama, siempre allí. Ella se acostaba desnuda y reía, lloraba y gozaba, cada vez con mayor intensidad, consecuencia del conocimiento creciente de su intimidad.
Una sola mácula tiznaba su felicidad: la imposibilidad del regreso en el tiempo a lo insólito de la primera vez, de la primera risa, del primer llanto, del primer goce.
El viernes permitió a Julia disfrutarlo. También ella lo instaló en su cama y, desnuda, a instancias de Ella, rió, lloró y gozó con Él.
A partir de entonces su interés por Él se diluyó lentamente y ya sólo reía, lloraba o gozaba, y sus encuentros adolecían cada vez más de brevedad y premura.
La conciencia de la extinción del amor torna expedito el camino hacia la infidelidad. A este otro lo conoció a través de Julia. Le dijo: disfrútalo.
Se marchó a casa con éL y pensó en una flor abierta y en la posibilidad de aspirar su perfume, en la emoción que genera la contingencia de un hecho. Llegó a su casa, caminó con éL hacia la habitación, se desnudó, se recostó en la cama y rió, lloró y gozó desde la primera hasta la última de sus páginas.
Pedro Garrido Vega
viernes, febrero 03, 2006
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8 comentarios:
Qué pedazo de cuento, so mamón...
Aquí uno todo el día escribiendo para que luego llegues tú y de un plumazo dejes las cosas claras. Mi admiración por tí cada vez es mayor... ¡Publica YA!
Te repito lo que ya te dije: no te subestimes. Yo no soy capaz de escribir poesía como tú y tal vez no tenga tu imaginación. Lo mío son sólo trucos, lo tuyo es literatura. Y no creas que esto es puro halago. Va más allá.
Bueeno... Aún es pronto para comernos las poyas (Sr. Lobo dixit)...
Ambos somos unos fenómenos y punto, ¿qué pasa?
En fin, vuestras abuelas chungas, no? Jejejejeje. Es broma, q yo os leo y os parecio a los 2!!! Aunq se os vea el plumero...
Aprecio, no parecio.
Chicos... un predistigitador (aun de palabras)debe evitar que sus trucos se adivinen pero todos los tienen. Qué es la literatura salvo magia?. Los dos sois buenos abracadabras (no se lo digais a vuestras abuelas, ya deben tener bastante las pobres, jeje)
Chapó al cuento
Para que luego digan que Internet hará desaparecer los libros.
Un placer leer relatos como este.
Saludos.
No m gusto aparte k ni le entendi solo k se iba kn un tipo y hacian otra kosa k sex? Bno sige asi jaja
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