¿Cómo seré yo
cuando no sea yo?
Cuando el tiempo
haya modificado mi estructura,
y mi cuerpo sea otro,
otra mi sangre,
otros mis ojos y otros mis cabellos.
Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente,
mis sucesivos cuerpos,
-prolongándome, vivo, hacia la muerte-
se pasarán de mano en mano,
de corazón a corazón,
de carne a carne,
el elemento misterioso
que determina mi tristeza
cuando te vas,
que me impulsa a buscarte ciegamente,
que me eleva a tu lado
sin remedio:
lo que la gente llama amor, en suma.
Y los ojos
-qué importa que no sean estos ojos-
te seguirán a donde vayas, fieles.
Este y otros poemas pueden encontrarse en un libro disco que recomiendo y que se titula La palabra en el aire, donde Ángel González recita algunos de sus poemas y Pedro Guerra (lo sé, muchos lo denostáis) canta algunos de esos poemas. Recomiendo, además de este poema, que he transcrito por numerosas razones que sería excesivo enumerar (dedíquense a la interpretación, que es un ejercicio mental muy reconfortante), el poema titulado Para que yo me llame Ángel González
Espero que os guste.
Pedro Garrido Vega
4 comentarios:
Si, bonitos bonitos.
Me lié con el comentario, sorry.
Me regalaron ese libro disco, yo también se lo recomiendo al personal, la selección de poemas me parece muy acertada.
Ahhh ahora soy Marga, también conocida por Circe en estos pagos. Creo que al final me estoy liando con la indentidad... jeje
En Palabra sobre palabra (Obra completa 1956-2001. Seix Barral 2004) el tercer poema dice CUMPLEAÑOS
Yo lo noto: como me voy volviendo
menos cierto, confuso,
disolviéndome en el aire
cotidiano, burdo
jirón de mí, deshilachado
y roto por los puños.
Yo comprendo: he vivido
un año más y eso es muy duro.
¡Mover el corazón todos los días
casi cien veces por minutos!
Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho.
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