miércoles, octubre 25, 2006

Paso firme


Encerrado en los deseos profanos,
en las tumba primaria,
se muere el terror sin manos,
criatura solitaria,
destinada a perecer
en el olvido gris de seda

Sólo un momento de rudo poder
y tu paso firme por mi vereda,
podría a la vida devolver
mis manos rotas de pena,
mi vientre plano de sexo,
mi cara blanca sin sentir.

El silencio, el silencio
que nos empeñamos en cubrir
de mentiras sin precio,
estalla los poros al morir,
hacia ese cielo azul
nublado por la pereza.

Y mientras, tú,
rutilante de mortal belleza,
de perder el autobús,
de rodar cabezas,
de la rutina de calles mojadas
de cualquier ciudad menos la tuya.

Y paso a tu lado, mi amada,
y no me ves, dudas,
envuelta en tu charada,
en tu lujuria contenida,
cárcel de pasión insatisfecha,
fanal del muerto arte.

Persigo, gris, tu mecha,
camino de ninguna parte,
en el centro de la rueda,
mientras te veo alejarte
con el paso firme vas
de los suicidas del verbo.

¿A dónde irás?
¿A dónde te llevará tu cerco?
¿De mentiras partirás?
Nunca lo sabré, me lamento,
nunca más te veré en tu gloria,
estrella fugaz de corta memoria.
Cayetano Gea Martín

2 comentarios:

Marga dijo...

Las estrellas fugaces tienen corta memoria, quizá sea mejor así... y evitamos cubrir el silencio

Besossssssss desmemoriados, kay.

Kay dijo...

Siempre tienes razón y siempre me tengo que descubrir ante vos...

Besossss agradecidos, Marga