ALBERTO / DANIEL. Bueno. ¿Cómo te sientes? (Carlos permanece callado, catatónico) Te he destruido. Lo que te quedaba, la sensación de haberme dado muerte, ya no está, ha desaparecido. No tienes nada. Estás muerto. Se acabó.
CARLOS. (Alza la vista, desafiante, con fuego en la mirada) ¿Sabes por qué maté a tu hermana?
ALBERTO / DANIEL. ¿Cómo?
CARLOS. ¿Sabes por qué, aun pensando que te había eliminado, maté a tu hermana?
ALBERTO / DANIEL. (Con sorpresa y odio infinito) ¿De qué coño estás hablando?
CARLOS. Pensé que estabas muerto. Pensé que te había matado. ¿Qué necesidad había, pues, de que tu hermana muriera si ya era libre?
ALBERTO / DANIEL. (Su odio va dando paso al temor) Estás loco.
CARLOS. Oh, no, Alberto. O Daniel, o como tú quieras. Estoy perfectamente cuerdo, mucho más de lo que tú lo estarás jamás. (Sonríe con ironía) Parafraseándote, yo sé algo que tú no sabes. Algo que te destrozará más que cualquier golpe, o que cualquier disparo en el rostro, ya puestos.
(Daniel se incorpora, temblando de furia. Acto seguido, comienza a golpear el ya de por sí dañado rostro de Carlos. Éste cae al suelo e intenta cubrirse de la lluvia de patadas que le propina Daniel. Al cabo de unos minutos, y totalmente agotado, para de golpearle)
DANIEL. Sácalo de aquí, Fermín. Por el amor de Dios. Sácalo de mi vista y haz con él lo que te venga en gana.
CARLOS. (Consigue hablar, e incluso sonreír a través del mar de moratones y sangre que es ahora su rostro) Nos veremos en el infierno, Daniel.
DANIEL. (Totalmente fuera de sí) ¡Fuera!
CARLOS. (Le grita a Daniel, con lágrimas en los ojos amoratados) ¿Sabes quién me ayudó a matar a tu hermana? ¿Sabes quién le cortó el cuello mientras yo la sujetaba? ¿Sabes quién comprendió tan bien como yo que este mundo era indigno de ella? ¿Aún no has adivinado la respuesta? ¿Te lo tengo que deletrear, gilipollas?
DANIEL. (Grita, llora y cae) ¡Fuera!
CARLOS. ¡Tu hermana no fue asesinada, imbécil! (Coge aire antes de seguir) ¡TU HERMANA SE SUICIDÓ!
(Telón)
CARLOS. (Alza la vista, desafiante, con fuego en la mirada) ¿Sabes por qué maté a tu hermana?
ALBERTO / DANIEL. ¿Cómo?
CARLOS. ¿Sabes por qué, aun pensando que te había eliminado, maté a tu hermana?
ALBERTO / DANIEL. (Con sorpresa y odio infinito) ¿De qué coño estás hablando?
CARLOS. Pensé que estabas muerto. Pensé que te había matado. ¿Qué necesidad había, pues, de que tu hermana muriera si ya era libre?
ALBERTO / DANIEL. (Su odio va dando paso al temor) Estás loco.
CARLOS. Oh, no, Alberto. O Daniel, o como tú quieras. Estoy perfectamente cuerdo, mucho más de lo que tú lo estarás jamás. (Sonríe con ironía) Parafraseándote, yo sé algo que tú no sabes. Algo que te destrozará más que cualquier golpe, o que cualquier disparo en el rostro, ya puestos.
(Daniel se incorpora, temblando de furia. Acto seguido, comienza a golpear el ya de por sí dañado rostro de Carlos. Éste cae al suelo e intenta cubrirse de la lluvia de patadas que le propina Daniel. Al cabo de unos minutos, y totalmente agotado, para de golpearle)
DANIEL. Sácalo de aquí, Fermín. Por el amor de Dios. Sácalo de mi vista y haz con él lo que te venga en gana.
CARLOS. (Consigue hablar, e incluso sonreír a través del mar de moratones y sangre que es ahora su rostro) Nos veremos en el infierno, Daniel.
DANIEL. (Totalmente fuera de sí) ¡Fuera!
CARLOS. (Le grita a Daniel, con lágrimas en los ojos amoratados) ¿Sabes quién me ayudó a matar a tu hermana? ¿Sabes quién le cortó el cuello mientras yo la sujetaba? ¿Sabes quién comprendió tan bien como yo que este mundo era indigno de ella? ¿Aún no has adivinado la respuesta? ¿Te lo tengo que deletrear, gilipollas?
DANIEL. (Grita, llora y cae) ¡Fuera!
CARLOS. ¡Tu hermana no fue asesinada, imbécil! (Coge aire antes de seguir) ¡TU HERMANA SE SUICIDÓ!
(Telón)
Cayetano Gea Martín
3 comentarios:
Toma ya!!!
Touché!! genial y dramático final!!
Me gustan las historias que acaban bien... en esas en las que el malo se jode, qué quieres? demasiadas pelis y cuentos infantiles! aysss, jajajaja
ahora vas y lo cascas!
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