miércoles, enero 31, 2007

Siempre hay quien se adelanta (está todo escrito).

Yo lo miro a él. Soy testigo de un fenómeno fisiológico único: John Shade percibiendo y transformando el mundo, integrándolo y desintegrándolo, reordenando sus elementos en el proceso mismo de almacenarlos para producir en una fecha no especificada un milagro orgánico, una fusión de imagen y de música, un verso.

De Pálido fuego, de Nabokov.

No hay comentarios: