lunes, septiembre 25, 2006

Escribo


Hoy dejo de hablarte: me tienes cada día un poco más cerca del precipicio, del barranco. Acabarás por tirarme, lo sé, lo huelo en tus ojos de niña perversa, en el aura de maldad que riela en tus pupilas negras.

Hoy te hablo, me oigo y lamento. Lamento tantas cosas, como estas palabras que surgen a raudales de mis dedos que teclean un ordenador infame en un mundo capitalista infame, al que odio e incinero desde mi mal remunerada hipocresía.

¿Doy la impresión de escribir cosas sin sentido? Es que lo son. No intentéis ver nada más que chorradas, porque no las hay. Soy un niño vertiendo cubos de pintura sobre un lienzo en blanco.

No escribo por ser feliz, ni escribo para sacar conclusiones precipitadas de la vida, ni para caer bien, ni para ligar.

Escribo porque si no reviento.

Escribo para volcar en papel digital toda la mierda que se me va prendiendo de la ropa y del pelo según me muevo.

Escribo como terapia, para expulsar de mi mente todo lo que pueda, para vomitar como recurso más fiable que una pesada noche de indigestión.

Escribo en oleadas insanas, en eyaculaciones fortuitas.
Escribo para no morir.
Cayetano Gea Martín

3 comentarios:

Marga dijo...

Escribo por no reventar... pues eso! y para qué preguntarse más?

Besossss retornados, kay

Kay dijo...

Encantado y agradecido de verte de vuelta... Voy a cotillear por tu página un ratito.

Besos de re-retorno, Marga

Mariel Ramírez Barrios dijo...

Mierda!!
excuse my french!!
Qué hijo de puta!!!
Es lo que dice un argentino cuando lee algo que cree haber escrito
cuando otro dice exactamente lo que siente
cuando se mira en un espejo por la mañana,sin desayunar.