Sin embargo, aquí estoy
A pesar de los pesares, de las conjuras
Inhumanamente feliz, contento hoy
A pesar del hielo nórdico que expelen tus uñas
Sin embargo, sigo andando y está mi corazón
En reposo comedido y furia templada
Sin rumbo, destino o razón
Hacia el lento ocaso de tus ojos de plata
Sin embargo, aún noto la tirantez
El pesado lastre que anclas a mis piernas
La decisión fatal de dejarme de una vez
El nido de cuervos que plantas en mi lengua
Sin embargo, sin embargo
Hoy decido caminar
Arribar puertos lejanos
En algún lejano lugar
Colgar el sombrero
En otro perchero
Entregar el color que emanas
A las pálidas y lejanas
Aguas de mis tristes derrotas:
¡Al polvoriento olor de las persianas rotas!
A pesar de los pesares, de las conjuras
Inhumanamente feliz, contento hoy
A pesar del hielo nórdico que expelen tus uñas
Sin embargo, sigo andando y está mi corazón
En reposo comedido y furia templada
Sin rumbo, destino o razón
Hacia el lento ocaso de tus ojos de plata
Sin embargo, aún noto la tirantez
El pesado lastre que anclas a mis piernas
La decisión fatal de dejarme de una vez
El nido de cuervos que plantas en mi lengua
Sin embargo, sin embargo
Hoy decido caminar
Arribar puertos lejanos
En algún lejano lugar
Colgar el sombrero
En otro perchero
Entregar el color que emanas
A las pálidas y lejanas
Aguas de mis tristes derrotas:
¡Al polvoriento olor de las persianas rotas!
Cayetano Gea Martín
2 comentarios:
Y es que siempre nos quedan los sin embargo...
Me encantó el último verso, leñe, casi se toca!!!
Y sin embargo nunca son suficientes los sin embargos.
El último verso fue el primero que se ocurrió: el resto es una excusa para llegar a él, jejeje...
Y sin embargo, besos
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