La petición se convirtió en rebeldía, la rebeldía en excusa, la excusa en protesta, la protesta en manía, la manía en vicio.
Cada vez era más difícil conseguir que el condenado niño se metiera en la bañera.
Cayetano Gea Martín
lunes, julio 03, 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Jajaja puñetero kay!!
Grasias, miarma!
Publicar un comentario