lunes, febrero 21, 2005

Devolucionando

- No sabe usted de lo que está hablando, querido amigo mío. El demonio conocido como Urizen, aunque narrado por Blake en “El libro de Urizen”, no es una invención suya. Según la mitología hebrea, Urizen es uno de los siete grandes generales infernales con los que cuenta el diablo para su lucha final contra en cielo.

- Se equivoca, señor. Urizen no sólo es una invención de Blake, sino que además no hay que tomarlo en serio, ya que se trata de una sutil ironía escatológica sobre la caída de la humanidad, la cual, para Blake, es otra faceta distinta a la de la creación, pero siendo facetas de la misma hecatombe. La caída del hombre, como bien dijo Menard, es la caída de Dios.

- Conozco mejor que usted la obra de Pierre Menard, se lo aseguro; y, que yo recuerde, no tiene ningún relato, poema o referencia al apocalipsis. Creo, querido amigo, que confunde a Pierre Menard con Poe, Edgard Allan.

- Jamás podría confundir a ambos autores, créame. Creo, más bien, que cuando usted le niega Pierre Menard la autoría de aquella cita, es porque confunde al genial autor parisino con Pérez Reverte, posiblemente por el parecido fonético entre Pérez y Pierre, error típico en gente tan poco ilustrada como usted, amigo mío.

- Debo reconocerle, que nunca he tenido pretensiones de lo que no soy, a diferencia de usted, caballero. Además, admito que me gusta el señor Reverte. Encuentro su prosa bélica de lo más reconfortante para mi españolismo.

- Lo cierto es que, si he de serle sincero, no poseo demasiado espíritu nacionalista. Como bien sabe usted, ni siquiera leo nada español, salvo, claro está, a esa gran poetisa llamada Lucía Etxebarría. Cuando veo a algún alumno correteando por el campus con un libro de poemas de Bécquer, Lorca o Espronceda siempre intento convencerle para que lea algo de Lucía y se empape de poesía moderna.

- Ah, estos jóvenes apegándose siempre a viejas reliquias literarias… Yo, que intento siempre inculcarles valores nuevos y nada… Se niegan en redondo a reconocer a jóvenes talentos literarios, desprecian las novelas modernas e insultan esa obra de la literatura llamada El Código Da Vinci. No sé qué pasará con esta sociedad cuando no estemos nosotros…

- Debo confesarle, amigo mío, que prefiero Ángeles y Demonios a El Código Da Vinci, ya que se aprecia una clara evolución en el estilo de Dan Brown, que le convierte, para mí, en el mejor escritor vivo de nuestro tiempo.

- Ahí no puedo sino discrepar. Firme pero respetuosamente, debo decirle que el estilo de dicho autor es bastante inferior al de autores de la talla de Valdano, María Teresa Campos o El Sevilla.

- Cuestión de gustos, supongo. Por cierto, hablando de Valdano, habrá visto usted el desastroso partido de ayer del Madrid, ¿no?

- Lo cierto es que no soy muy entusiasta del fútbol. Me parece un deporte digno de bárbaros, querido colega. Prefiero la complejidad sentimental que supone Gran Hermano. Las diferentes subtramas se van entrelazando entre sí, creando una mitología propia de lo más enriquecedora para el subconsciente colectivo.

- Aunque comparto su afición con GH, lo cierto es que la calidez que me proporciona Aquí Hay Tomate aún no ha sido superada por ningún otro programa, salvo por Crónicas Marcianas, claro está…

- Hablando de ello, hace unos cuantos días, hablaron en Crónicas de la figura literaria que supone William Blake, en una nueva sección de lo más vigorizante dedicada a ridiculizar a viejas glorias como dicho escritor.

- Como debe ser… Es improductivo e inútil el guardar tanto respeto hacia gente que décadas o siglos muerta. Lo nuevo, lo último, es lo que debería imperar. En vez de celebrar el cuatrocientos aniversario de un mamotreto como “El Quijote”, que encima sólo lo leen cuatro enfermos, y el resto sólo conocen la aventura de los molinos, habría que festejar que El Último Catón ha recaudado este mes más dinero que nunca.

- Cierto. O el libro de recetas de Toni Genil. Bueno, querido amgio mío. Debo dejarle, que me quedan veinte páginas para terminar el libro de Coto Matamoros.

- De acuerdo. Yo voy a aprovechar para terminar de ver Salsa Rosa, que ayer dejé el vídeo grabando el programa.

- Bueno, pues cuando usted quiera nos volvemos a ver. Como tarde, nos vemos en un año, en la próxima feria de partir calabazas con la cabeza.


Cayetano Gea Martín

2 comentarios:

Martuki dijo...

Jajajajajajajaja, qué sutil!!! Cómo se nota q Dios los cría y el viento los arremolina...

Anónimo dijo...

Jajajaja! Impredecible! Genial de verdad! :) La nueva "cultura" :P