Que no hago cuita de la fealdad
Que arrastras desde la tierna cuna,
Si a los ojos de la argenta luna
Pergeñas con valor en tu mirar.
Y que anulan el más fino paladar
Los dulces en exceso empalagosos:
Siempre hay temor de que otro afectuoso
Los intente con porfía degustar.
Tales hueras palabras le dijo
El bravucón de conticinio a la fea,
Sin sentirlas nunca de verdad.
Y es que es valiente el derramado vino
Que todas las mentiras sin mesura crea,
Y fabrica terco conato de mísera falsedad.
Cayetano Gea Martín
2 comentarios:
Muy simpático ese "soneto" de métrica libre que te has marcado entre el amigo y la fea. Deberías probar a limitarlo con endecasílabos. Ya sabes que un buen soneto es casi lo más perfecto que hay en métrica tradicional. Y es un reto:
"Un soneto me manda hacer Violante,
que nunca me he visto en tal aprieto."
Que decía el amigo Lope.
Habrá que controlar, pues, esa métrica libre... No sabía yo que aún quedaba gente que se pone a contar los versos, je...
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