Debo reconocer que el género de ciencia-ficción (CI-FI para los amigos) nunca ha sido mi favorito. Sin embargo, los diez libros que recomiendo me han hecho pasar muy buenos ratos literarios. Allá van:
1. Ray Bradbury – The Martian chronicles (Crónicas marcianas)
Impresionante metáfora sobre el colonialismo. Bestial, duro y con final tremendo. Y a menudo, con destellos de literatura mayor. Casi prefiero éste a Fahrenheit, quizá porque está menos manido que el libro que encumbró a Bradbury. Prosa sencilla y desnuda para todo un clásico.
2. Kurt Vonnegut – Slaughterhouse Five (Matadero número 5)
Un autor ficticio que quiere escribir una novela sobre los bombardeos de Dresde. Un soldado que estuvo allí y que es abducido, y que ahora puede viajar por el tiempo. Un libro que es pura imaginación y que goza de un estilo impresionante, poético y melódico, con un sentido del humor irónico, ácido. Vonnegut fue mi gran sorpresa el año pasado. Se hace difícil describir este libro o de qué trata. Recomendación: hay que leerlo.
3. Aldous Huxley – Brave new world (Un mundo feliz)
Alegoría sobre hacia dónde se dirige la humanidad, ¡escrita a principios del siglo XX! Un libro metódico, bien engranado. Lo mejor, la original clasificación de los seres humanos en castas. Y a diferencia de mucha gente, a mí sí me gustó el final.
4. Dan Simmons – Hyperion (Hiperión)
Genial libro escrito como los Cuentos de Canterbury, con un estilo distinto para cada personaje que cuenta su historia. Una inteligente mezcla de ciencia ficción, mitología griega y poesía romántica inglesa (John Keats sobre todo). Muy recomendable, así como sus tres continuaciones que enredan la trama y que gozan de desenlaces increíbles, pero ya huelen algo más a Best-Sellers. El primero, no. El primero me pareció literatura en estado puro.
5. Ray Bradbury – Fahrenheit 451
En el futuro, los libros se queman… Y los bomberos se encargan de ello, a 451 grados Fahrenheit, 233 ºC, la temperatura a la que el papel de los libros arden. Impresionante visión de futuro, bajo el peculiar estilo de un Bradbury. Lo mejor, para mí, el personaje Beatty, jefe de Guy (el protagonista del libro), un hombre muy peligroso que defiende la ignorancia pero conociendo la cultura. El final de la novela es impagable.
6. Isaac Asimov – I, robot (Yo robot)
Aunque sólo sea por conocer las tres leyes de la robótica, ya merece la pena leer este libro de cuentos. Intrigante volumen, inspiración de tantas películas, series, música (como The Alan Parsons Project) y otros libros. Quizá Asimov sea un escritor de estilo algo mediocre, pero los conceptos que elabora, la divulgación científica que impregna cada obra suya, hace que al leer la obra se te olvide lo ramplón de su prosa y te concentres en dejar volar tu imaginación.
7. Adolfo Bioy Casares – La invención de Morel
La novela perfecta, como la definió Borges, y el ejemplo más claro (y el mejor, para mí) de ciencia-ficción en español. Un fugitivo llega hasta una isla desierta. El prófugo se enamora de una mujer que viaja con un grupo de turistas. Pero cualquier intento de comunicación con ella resulta imposible. ¿Por qué? La solución resulta inimaginable, pero embriagadora. Nadie salvo el bueno de Adolfo podría meter en el mismo saco fantasía, inmortalidad, amor y soledad. Y salir bien parado del experimento. Cuando me la leí, hace tiempo ya (lo que me recuerda que quizá sea buen momento para su relectura), me sacudió con tanta fuerza que era incapaz de pensar en otra cosa. Desde entonces, me siento algo más completo en mi vida.
8. H. G. Wells – War of the worlds (La guerra de los mundos)
¿Quién no conoce este fantástico libro? Invasiones alienígenas en el siglo XIX. Nada más y nada menos. Un libro visionario. La reciente película me pareció una castaña porque eliminó lo que más me gustó del libro: marcianos en un entorno victoriano. Genial. El estilo es pulido, de escritor que revisa una y otra vez lo escrito. Merece mucho la pena leerlo en inglés… bueno, todos los libros de esta lista lo merecen (salvo La invención de Morel, claro)… bueno, cualquier libro en inglés, ya puestos.
9. Philip K. Dick – Do Androids Dream of Electric Sheep? (¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?)
Grandioso libro, que se hace muy corto. Un intento de descifrar la mente sintética de los androides. Esta novela también fue adaptada al cine, aunque esta vez, con resultado tan positivo que la película, 25 años más tarde, sigue siendo objeto de culto y destaca como precursora de lo que hoy se conoce como cyberpunk: Blade Runner. Su único fallo: se olvidan de lo que hace, para mí, más interesante al libro: el concepto de mercerismo.
10. George Orwell – 1984
El Gran Hermano te vigila, camarada. Y supimos todos cómo esa profética visión del futuro se cumple a veces. La mezcla de nazismo y comunismo convierte a la novela en una clara representante de lo que se conoce como antiutopía, al igual que Fahrenheit 451 y Un mundo feliz. Una novela muy oscura, asfixiante e imprescindible. Y la peli no está mal.
1. Ray Bradbury – The Martian chronicles (Crónicas marcianas)
Impresionante metáfora sobre el colonialismo. Bestial, duro y con final tremendo. Y a menudo, con destellos de literatura mayor. Casi prefiero éste a Fahrenheit, quizá porque está menos manido que el libro que encumbró a Bradbury. Prosa sencilla y desnuda para todo un clásico.
2. Kurt Vonnegut – Slaughterhouse Five (Matadero número 5)
Un autor ficticio que quiere escribir una novela sobre los bombardeos de Dresde. Un soldado que estuvo allí y que es abducido, y que ahora puede viajar por el tiempo. Un libro que es pura imaginación y que goza de un estilo impresionante, poético y melódico, con un sentido del humor irónico, ácido. Vonnegut fue mi gran sorpresa el año pasado. Se hace difícil describir este libro o de qué trata. Recomendación: hay que leerlo.
3. Aldous Huxley – Brave new world (Un mundo feliz)
Alegoría sobre hacia dónde se dirige la humanidad, ¡escrita a principios del siglo XX! Un libro metódico, bien engranado. Lo mejor, la original clasificación de los seres humanos en castas. Y a diferencia de mucha gente, a mí sí me gustó el final.
4. Dan Simmons – Hyperion (Hiperión)
Genial libro escrito como los Cuentos de Canterbury, con un estilo distinto para cada personaje que cuenta su historia. Una inteligente mezcla de ciencia ficción, mitología griega y poesía romántica inglesa (John Keats sobre todo). Muy recomendable, así como sus tres continuaciones que enredan la trama y que gozan de desenlaces increíbles, pero ya huelen algo más a Best-Sellers. El primero, no. El primero me pareció literatura en estado puro.
5. Ray Bradbury – Fahrenheit 451
En el futuro, los libros se queman… Y los bomberos se encargan de ello, a 451 grados Fahrenheit, 233 ºC, la temperatura a la que el papel de los libros arden. Impresionante visión de futuro, bajo el peculiar estilo de un Bradbury. Lo mejor, para mí, el personaje Beatty, jefe de Guy (el protagonista del libro), un hombre muy peligroso que defiende la ignorancia pero conociendo la cultura. El final de la novela es impagable.
6. Isaac Asimov – I, robot (Yo robot)
Aunque sólo sea por conocer las tres leyes de la robótica, ya merece la pena leer este libro de cuentos. Intrigante volumen, inspiración de tantas películas, series, música (como The Alan Parsons Project) y otros libros. Quizá Asimov sea un escritor de estilo algo mediocre, pero los conceptos que elabora, la divulgación científica que impregna cada obra suya, hace que al leer la obra se te olvide lo ramplón de su prosa y te concentres en dejar volar tu imaginación.
7. Adolfo Bioy Casares – La invención de Morel
La novela perfecta, como la definió Borges, y el ejemplo más claro (y el mejor, para mí) de ciencia-ficción en español. Un fugitivo llega hasta una isla desierta. El prófugo se enamora de una mujer que viaja con un grupo de turistas. Pero cualquier intento de comunicación con ella resulta imposible. ¿Por qué? La solución resulta inimaginable, pero embriagadora. Nadie salvo el bueno de Adolfo podría meter en el mismo saco fantasía, inmortalidad, amor y soledad. Y salir bien parado del experimento. Cuando me la leí, hace tiempo ya (lo que me recuerda que quizá sea buen momento para su relectura), me sacudió con tanta fuerza que era incapaz de pensar en otra cosa. Desde entonces, me siento algo más completo en mi vida.
8. H. G. Wells – War of the worlds (La guerra de los mundos)
¿Quién no conoce este fantástico libro? Invasiones alienígenas en el siglo XIX. Nada más y nada menos. Un libro visionario. La reciente película me pareció una castaña porque eliminó lo que más me gustó del libro: marcianos en un entorno victoriano. Genial. El estilo es pulido, de escritor que revisa una y otra vez lo escrito. Merece mucho la pena leerlo en inglés… bueno, todos los libros de esta lista lo merecen (salvo La invención de Morel, claro)… bueno, cualquier libro en inglés, ya puestos.
9. Philip K. Dick – Do Androids Dream of Electric Sheep? (¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?)
Grandioso libro, que se hace muy corto. Un intento de descifrar la mente sintética de los androides. Esta novela también fue adaptada al cine, aunque esta vez, con resultado tan positivo que la película, 25 años más tarde, sigue siendo objeto de culto y destaca como precursora de lo que hoy se conoce como cyberpunk: Blade Runner. Su único fallo: se olvidan de lo que hace, para mí, más interesante al libro: el concepto de mercerismo.
10. George Orwell – 1984
El Gran Hermano te vigila, camarada. Y supimos todos cómo esa profética visión del futuro se cumple a veces. La mezcla de nazismo y comunismo convierte a la novela en una clara representante de lo que se conoce como antiutopía, al igual que Fahrenheit 451 y Un mundo feliz. Una novela muy oscura, asfixiante e imprescindible. Y la peli no está mal.
Cayetano Gea Martín
3 comentarios:
Hace muchos, muchos años (jeje, la abuelita Paz) fue unos de mis géneros preferidos...
Y coincido contigo en todos estos libros aunque me falta uno, uno que para mí es el elegido entre todos: Dune de Frank Herbert. No la saga completa que se extendió en exceso y acabó delirando pero sí los dos primeros libros. Era todo un tratado de filosofía, religión, sociología y ecología y los mecanismos imaginativos adecuados para ser resolutivo ante los planteamientos que describía.
Ah y también echo de menos La Fundación de Asimov. No aguantó una reelectura pasados los años pero aún recuerdo el disfrute que sentí cuando era una criaja. Además Asimov y el hachís funcionaban a las mil maravillas juntos... jajajaja.
Besote y no ficticio.
Marga: Por una vez, y sin que sirva de precedente, no estoy de acuerdo contigo: no soporto Dune, es un libro que me pareció malísimo, pobre en conceptos, mal escrito, aburrido y de personajes simplones y planos... Lo utilizo de ejemplo cuando hablo de mala ficción, así que imagínate. Lo tengo demonizado y todo; y el mundo se divide entre los que les gusta y los que no, jajejijoju...
Peeero bueno, si a tí te gusta, supongo que dejaré de cagarme en él para, sencillamente, ignorarlo, jurjur...
Me debes un email (aún), así que nada de hacerse la remolona, y menos con este comentario sangrante, jeje
Bah...
Y ahora no te escribo... jeje
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