jueves, noviembre 02, 2006

A mi Dama


Pero, siempre me quedarás tú por terminar de conquistar del todo, oh, Dama. Tu rumor de profilácticos, tus turbias aguas que no caen, tu silencio hecho con la madera de cien mil países, todos viviendo y respirando en ti, morada impía, no exenta de crueldad e ironía. ¡Qué irónico que tú, espíritu de decolorado rostro, alma sin karma ni futuro, laberinto de suciedades, tenga que perecer a manos del egoísmo ibero, cuando susurran en tu interior los rumores tribales de cada lugar de la tierra!

Pero me empeño en aprender, yo, sí, yo, de ti, que nací en tu vientre y que supongo que moriré en él, que no podré huir porque no hay otro lugar que se parezca más a un aleph que tú, Dama, ciudad demoníaca, panegírico de dioses profanos, que me engañaste con tus regalos, los cuales, para colmo de los colmos, sí son valiosos y no mera bisutería del cruel azar.

Me empeño en conocer, escudriñar y explorar este cosmos que es el todo en ti: colores clásicos de pastiche y zarzuela teñidos con el arco iris de la bandera gay; gorras rojigualdas con una franja carmesí tachada de morado republicanismo; pegatinas de siete estrellas blancas sobre fondo rojo donde algún vándalo desaprensivo a pintado cada una de las estrellitas con el color de los infinitos pueblos que naufragan en tus costas.

¡Oh, Dama mía, refugio de inmigrantes, antes, ahora y siempre! Yo, que vengo de dos de ellos te digo ¡no cambies nunca! ¡No vendas tu vacuidad por un color determinado! No posees ningún carácter sino cientos, siéntete orgullosa de ello. Eres única, es lo que te hace serlo. En ti se han vertido los espermas de medio mundo, y en eso radica tu encanto.

Eres sucia y ruidosa, sí, y me engañas siempre que puedes. Abusas de mí y me pones en peligro. Pero eres dulce como un pecado, amistosa, siempre me escuchas y me acoges con tu rostro de miles de espejos.

Te quiero tanto, Dama mía.
Cayetano Gea Martín

7 comentarios:

Martuki dijo...

Magerit, Magerit...

Marga dijo...

Ya somos dos, el otro día me describía como urbanita... ayssss. Odio y quiero por igual al alfalto de esta ciudad maldita, su monóxido me da aire y las historias vividas en ella son mi historia.

Atados a un espacio, es el nuestro y no se puede cambiar...

Besosssssss urbanitos

Kay dijo...

MARTA DE BLAS Y CÍA: La única ciudad q

Kay dijo...

MARTA DE BLAS Y CÍA: La única ciudad que se puede odiar y amar al mismo tiempo... Besos chelis

MARGA: Me pasa lo mismo... Somos prisioneros de la más dulce de las cárceles... Besos de monóxido

Martuki dijo...

Mmmm, para mi desgracia estoy sola, Sr. Gea. Qué quiere decir "chelis"? Perdona mi ignorancia. Herriko besos para ti.

Kay dijo...

Cheli biene a ser chulapo, madrileño, pero de Madriz, Madriz, jejeje...

Herriko besos de vuelta, desde mi kalea a la tuya, jejeje...

Martuki dijo...

Eso, eso, d tu kalea a la mia. Un día tengo q ir a tu "pueblo" a probar esas pizzas con tanto renombre... Viva el tío Miguel!!! Muxus