Camino sobre tus hombros
Me apoyo en tu pelo
Siento el olor que emanas
Y que desaparece en el abrevadero
Entre blancos ecos de vida
De tus errores venideros
Que aquellos héroes pasados
Repetirán el día D entero
El día en que las egoístas rosas
Se conviertan en pasto del frío de enero
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Aquel niño que
Me miraba la otra tarde
No tenía un rostro
Sino dos agujeros ausentes
Que succionaban su faz
Aquel niño que
Como monstruo de sueño moribundo
No terminaba de matarse
Ni me dejaba morir
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Por mi ventana, por mi ventana
Se escapan tus dedos cortados
Antaño gloriosos, antaño amados
Hoy cantan al filo de la madrugada
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Quién no fuera hoy suspiro
Para morir en tus labios
-
Vuelven a mí
Olas del pasado
De sensualidades perdidas
De caricias robadas
Sobre el cuerpo amado
¡Oh, vida, vida!
Que te perdemos,
En estériles ríos de semen
-
Mi abuelo soñó con mi nacimiento
Hoy yo sueño con su muerte
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Las arrugas del rostro
Jamás son hermosas
Sino terribles muestras
De la azada que usa el tiempo
Para labrarnos la cara
Cayetano Gea Martín
2 comentarios:
Lo que daría realemnte miedo es ver las arrugas labradas por dentro (una utiliza todo tipo de desarrugadores, ya sabes, la edad, pero los cosméticos se venden sólo para las caras... cachis!!)
Es que soy edonista-narcisista a lo Wilde, jejeje
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