viernes, mayo 19, 2006

La conoció.

...y no hubo terremotos, ni olas gigantes, ni eclipses, ni estallidos, ni luces de colores, ni mariposas, ni fuegos artificiales, ni manos sudorosas, ni músicas celestiales, ni vello erizado, ni bola en el estómago, ni garganta seca, ni pájaros trinando, ni brillo en los ojos, ni mudas exclamaciones, ni sonoros sollozos, ni cometas errantes en el cielo, ni carteles luminosos, ni eternidades, ni besos, ni palabras, ni gestos.
Pero se enamoró perdidamente de ella.
Pedro Garrido Vega.

2 comentarios:

Martuki dijo...

Jo, Pedro, eres...

Marga dijo...

Y no hubo más que vida! quién desea otra cosa?