lunes, octubre 05, 2009

Lewis Carroll - Alicia en el país de las Maravillas


La primera vez que me leí el libro en cuestión, recuerdo no enterarme de nada en particular. Que no se me tenga en cuenta, por favor: el libro cayó en mis manos por accidente y a la edad de nueve años. Aún así, recuerdo que me gustó, más que nada por el baile de personajes estrafalarios. También, afortunadamente, no había visto la versión Disney, por lo que pude imaginarme a los personajes como si fueran de carne y hueso, y no dibujos animados. Lo único que recuerdo que me produjo una fuerte impresión fue la Reina. Me pareció de una crueldad tremenda para un libro infantil.

Claro que, releyendo el libro, uno se da cuenta que de infantil no tiene nada. Los personajes y las situaciones resultan, a veces incluso, demasiado adultas.

Pero vamos al lío.

Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas es un libro escrito por el matemático, sacerdote anglicano y escritor británico Charles Lutwidge Dodgson, más conocido como Lewis Carroll. El cuento está lleno de alusiones satíricas a sus amigos y conocidos, a la firme educación inglesa de la época y a asuntos políticos.

Comentar el argumento de la obra resulta innecesario, y creo que es harto conocido por todo el mundo. Sólo me gustaría destacar de la obra el tremendo impacto que ha tenido en el imaginario colectivo desde su publicación. Sus personajes se han convertido por méritos propios en arquetipos míticos de la literatura universal: el Conejo Blanco (siempre llegando tarde, víctima del progreso), el Sombrerero Loco (el anarquista del libro, tanto que en vez de celebrar su cumpleaños, celebra su no-cumpleaños), el Gato de Cheshire (la figura del sabio excéntrico) o la Reina de Corazones (malvada, pero al mismo tiempo, pusilánime, ya que nunca cumple su consabida amenaza de cortar cabezas). Son todos ellos, y muchos más, personajes tan buenos y universales que sobreviven por encima del libro.

El estilo de Carroll es preciosista, rápido, e intentando adoptar, con mayor o menor fortuna, cierto aire infantil despreocupado, de profesor de matemáticas (lo que era) contándole un cuento con tintes de parábola a su alumna favorita (lo que realmente fue).

Las adaptaciones cinematográficas no se hicieron esperar. Desde que en 1903 Cecil Hepworth realizó la primera película sobre el libro, éste ha sido llevado al cine más de una decena de veces. Es especialmente conocida la versión de dibujos animados de Walt Disney en 1951, aunque dicha versión se nutrió tanto de este libro como de su continuación, A través del espejo. Actualmente se está filmando una nueva versión cinematográfica, dirigida (cómo no) por Tim Burton, y que cuenta con la participación de (cómo no) Johnny Depp, Anne Hathaway, Helena Bonham Carter, Alan Rickman y Christopher Lee.

Veremos.


Lewis Carroll – Alicia en el país de las maravillas. Alicia a través del espejo. La caza del Snark.
Cátedra. Letras universales.
392 páginas. 9,80 €.

O se puede leer en la red, como siempre, pero en inglés, en el Proyecto Gutenberg:
http://www.gutenberg.org/etext/11

9 comentarios:

Unknown dijo...

Muy buena entrada, pero te falta el dato digno de prensa del corazón.

Nuestro queridísimo amigo Lewis, parece que era un pederasta hecho y derecho, pero por supuesto nunca fue demostrado (o no tuvo algún análogo de Javier Mariñas).

De hecho el personaje principal, está basado en Alice Liddell, con la que hubo muchos rumores que mantenía una relación sentimental -hasta se cree sexual- con Lewis.

Kay dijo...

Ya, hombre, ya lo sabía... Pero he decidido obviarlo, a sabiendas de que ya te encargarías TÚ de comentarlo...

Cayetano dijo...

Enhorabuena por el post, muy trabajado y original.
El comentario que te iba a hacer me lo acaba de quitar de la boca el amigo Alfredo, sobre todo lo referente a las sospechas de "asaltacunas" que pululan alrededor del señor Lewis.
Así que... "que le corten la cabeza".
Claro está que no me refiero al buen Alfredo.

DaliaNegra dijo...

Alicia siempre me ha parecido un libro algo siniestro,vamos, que si paso a través del espejo y me encuentro con ese mundo me vuelvo a mi casa, que para sombrerero loco, conejo y reina de corazones está mi barrio ;)Y en realidad todos los cuentos infantiles (salvo los actuales tan políticamente correctos y pedorros,perdón, pedagógicos)son bastante crueles,cerilleras muertas, pajarillos que se sacrifican, huérfanos, hambre, celos,etc.Vamos, como la vida misma.Uf, que rollo te he pegado.
¿Y es cierto que el creador de Gulliver le daba al opio y de ahí sus historias?Bueno, ahora sí me voy.Besos,Sai Kay ***

Kay dijo...

Pater,
Si es que Alfredo y tú debéis tener la misma mente enfermiza...

Dalia,
Efectivamente, los cuentos infantiles de antaño eran más crueles que los de ahora. Eran crueles y despiadados como los niños siempre han sido. Digamos que ahora pensamos que todos los niños son idiotas y que no están preparados para ciertos conceptos.
Hala, yo también te suelto el rollo, jejeje...
Besos, Sai Susanna, esteee, Dalia :)

Isa Segura B. dijo...

Seguro que Tim Burton sabrá darnos una nueva cara de Alicia y del otro lado.
Un abrazo.

Kay dijo...

Isa,
Esperemos que sí... Aunque, poco a poco, le voy cogiendo miedo a tal director... Espero que no convierta el libro en un pastiche gótico...
Saludos desde el otro lado del espejo

Nestor dijo...

¡¡PAstiches góticos!! Mooola
Todavia tengo reticencias de esa colegiala japonesa que me comi.


Y dejad que el pobre Carol se lie con lo que le de gana. Total para lo que podemos hacer para evitarlo.

Kay dijo...

¿Colegiala japonesa? ¿Tú? Ay, Ten, que ya has vuelto a mezclar la viagra con el Trina y tienes alucinaciones...