Y claro que cantas tan alto que puedes llegar a romperte
Y no es difícil entender que tu pelo empiece una huida
Ni que tu corazón de pies de plomo hiera el alma de muerte
Ni que ese beso robado a oscuras sepa a piedras molidas
Y claro que despertarás y verás tus arrugas, amigo del alma
Y es obvio que lamentarás el tiempo perdido, las horas ausentes
No en vano eres carne de tu carne y llevas en la espalda
Tu mortalidad, y tu fecha de caducidad grabada en la frente
Nadie duda de tus actos amargos, furtivos, solitarios
Y nada podrá prepararte para dentro de veinte años
Cuando no te encuentres reflejado en los espejos
Nada es lo que obtendrás al final del camino
Nadie será tu premio, tu castigo, tu sino
Solamente disfruta, antes de que estés muerto
Cayetano Gea Martín
3 comentarios:
Es lo malo que tiene lo obvio... ayssss, dan ganas de obviarlo
Tremendo poema.Es obvio que me ha puesto los pelos de punta.
Y el rostro del monstruo del armario es nuestro propio rostro cerca de la muerte.Decrépito.
Uf,obviamente me has dejado tocada.
Besos,Kay ***
MARGOT: Efectivamente... No podría estar más de acuerdo contigo... Lo malo, ¡al saco del olvido!
Besos desmemoriados
DALIA: ¡Buf, lo del armario sí que me ha impresionado a mí! Estas muestras de gratitud hacen que siga ahí, a vuesos pies
Besos agradecidos
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