El silencio se convierte en el dueño y señor de mis pasos según asciendo. En estos momentos, lo agradezco con toda mi alma, ya que me procura una suerte de manto protector ante el cual cubrir mi llegada. Su significado, además, resulta de lo más revelador: ninguno de los vecinos se encuentra en este instante husmeando por las escaleras. Mejor.
Mientras subo, los hechos ulteriores flotan en mi cabeza. La vergüenza, la humillación que he pasado, es imperdonable. Es antinatural e inhumano. Ningún hombre debería verse en la situación en la que yo me veo, atado de pies y manos por unas leyes absurdas que nadie cumple y menos creen. La remembranza de dichos acontecimientos favorece mi determinación.
Llego hasta la puerta, hasta aquella puerta antaño ansiada y siempre afable, presagio de buenos momentos, de placeres cotidianos, de buena vida. Ahora, la puerta estaba cerrada para mí. Se me niega lo que era mío por derecho natural, por supremacía. No lo consentiré.
Afortunadamente, me hice a tiempo una copia de las dos llaves que abrían aquella puerta. Podría llamar, sí, y reclamar lo mío con la voz de la justicia, pero en este momento prefiero el subterfugio que, aunque sea hábito indecoroso, me dará la ventaja de la sorpresa.
Procurando hacer el menor ruido posible, hago funcionar las llaves y vuelvo a hollar aquel templo mío del que fui expulsado con ignominiosa injusticia. Que se prepare la sacerdotisa que en él mora gracias a mi dinero. Hoy, este dios es un dios colérico…
- Tenía usted razón, capitán. El muy imbécil volvería a intentarlo, a pesar de la orden de alejamiento que pesa sobre él.
- Por desgracia, cabo, los maltratadotes siempre vuelven a completar su obra. Y desafortunadamente, casi siempre lo consiguen.
No es anecdótico el número de mujeres muertas cada año. Pero otras, las desconocidas, llevarán su condena de forma perpetua, “hasta que la muerte nos separe”. Ni el más vil de los asesinos de este país sufre condena tan larga o tan cruel.
Begoña Román Pastor
Mientras subo, los hechos ulteriores flotan en mi cabeza. La vergüenza, la humillación que he pasado, es imperdonable. Es antinatural e inhumano. Ningún hombre debería verse en la situación en la que yo me veo, atado de pies y manos por unas leyes absurdas que nadie cumple y menos creen. La remembranza de dichos acontecimientos favorece mi determinación.
Llego hasta la puerta, hasta aquella puerta antaño ansiada y siempre afable, presagio de buenos momentos, de placeres cotidianos, de buena vida. Ahora, la puerta estaba cerrada para mí. Se me niega lo que era mío por derecho natural, por supremacía. No lo consentiré.
Afortunadamente, me hice a tiempo una copia de las dos llaves que abrían aquella puerta. Podría llamar, sí, y reclamar lo mío con la voz de la justicia, pero en este momento prefiero el subterfugio que, aunque sea hábito indecoroso, me dará la ventaja de la sorpresa.
Procurando hacer el menor ruido posible, hago funcionar las llaves y vuelvo a hollar aquel templo mío del que fui expulsado con ignominiosa injusticia. Que se prepare la sacerdotisa que en él mora gracias a mi dinero. Hoy, este dios es un dios colérico…
- Tenía usted razón, capitán. El muy imbécil volvería a intentarlo, a pesar de la orden de alejamiento que pesa sobre él.
- Por desgracia, cabo, los maltratadotes siempre vuelven a completar su obra. Y desafortunadamente, casi siempre lo consiguen.
No es anecdótico el número de mujeres muertas cada año. Pero otras, las desconocidas, llevarán su condena de forma perpetua, “hasta que la muerte nos separe”. Ni el más vil de los asesinos de este país sufre condena tan larga o tan cruel.
Begoña Román Pastor
Cayetano Gea Martín
5 comentarios:
Como al vil horror de la ley injusta, como al abandono de la justa ley, he aqui, por abogadas, que a hombres condenan, con mentiras que hacen que otras mujeres necesitadas esten callendo en la sombra de la duda.Abogadas de ley injusta y mas injustas pretensiones, que aconsejais denunciar a vuestras clientas, para provecho por ellas de esta ley injusta.
aún mas agravareis las muertes y muchas sereis resposables demas, solo por la vagüeza de no fijaros cual es la verdad y asi hacer la ley que a derecho proclamais injusta, mas muertes provocadas por acorralar a la fiera y no dejar otra salida mas que la de matar, pues en una vida en la que todo se pierde, se pierde todo. es vuestra responsabilidad, la de la justicia y si no abandonad, como otros abogados hace poco, abandonaron a unos viles asesinos, de Marta Del castillo. Seguirtampando las falsas denuncias, y seguir alimentando la codicia de malas esposas y peores madres, que en vuestra mente, quedará lo injusto de vuestros actos, tan vil como matar a otra persona
Madres de hijos he ijas, casi resposables de esto, mujeres de codicia y mentira, de causas de dolor y amargura a padres e hijos, por vuestra vil locurá de la avaricia y el engaño, denuncia de falsa cara, gratuidad de ley, que no mira, que no ve, que por abogados sapientes de la verdad, siguen apollando la mentira y haciendo por ello,a muchas verdades metiras y a mentiras verdades, como la verdad de que la ley te da derecho y sin prueba ni margen, tambien te lo quita.
soy mujer, de maltratador masltratado, por ley, de vecina,compañera y amigacelosa, que se vale de la ley, para maltratar sin prueba,a padre, marido o hijo, madres de malas madres, que aun sabiendo la injusticia, apollais a los que quizas,mientan y dañen mas que son ellos mismos dañados.¿Quien es el verdadero maltratador, el que acorrala hasta la asfixia por una no ley no a derecho, o por que el busca lo facil, matando aquien le esta ahogando.así no deberia ser, ni para unos, ni para otras. La gratuidad de muchas cosas, sale cara.
al final... el amor cambiará a la mentira, avaricia de quiem por interes amaba, ahora por interes, su amdor denuncia. ya somos muchas de las que nos avergonzamos, de ser mujeres, pedimos la igualdad en todo y ahora sujetamos un arma, un coche sin freno, que veremos quien lo para, cuando se declara con leyes, injustas, tanta desigualdad, seremos abandonadas por temor a falsa denuncia y sin pruebas, a los hombres buenos, como hay mujeres malas-, h ombres buenos, que por no arriesgarse, a que sin pruebas, lo hagan culpable, les sea mas facil pensar, que como vivir solo, no se vive con nadie, y mucho menos con una mujer que hoy en dia, a su son la ley camina, Ya estoy arta de las mujeres, que me matratan,por mentir,sobre falso maltrato.
Paseando por la calle, con mi esposa, por la acera, asomaba otra pareja, discutiendo casi hasta nuestra llegada, y a nuetra altura, ella, muy enojada y con tono de voz poco respetuoso, insulto y abofeteo a su marido. el ni se inmuto, incluso, cuando ella le quito las llaves del coche y le amenazo con ponerle una denuncia por malos tratos. Bueno, a mi me hizo mucha gracia como hombre, pero a mi mujer, como femina, le indigno tanto, la situacion, que aun a mi vergüenza,mi esposa le dijo de todo, yo entre las risas, de ver aquella bofetada, mi querida mujer, de un chillido me grito, te ries,podrias ser tu, y serias culpable, y te quedarias, con el golpe, asi que no te rias, ese hombre, probablemente, duerma en el calabozo esta noche aun ella quien le agredio a el.
APRENDE!!! APRENDAMOS.
CUANDO UNA LEY, ES INJUSTA, CUANDO NO SE PONEN LOS MEDIOS NECESARIOS PARA SABER LA VERDAD, O SE ACONSEJA POR PARTE DE LOS PROFESIONALES, PARA SACAR LO MAXIMO POSIBLE, CUANDO AL FINAL, SE COMPRUEBA, QUE HAY LAS MISMAS O MAS MUERTES QUE ANTES, ALGO PASA, POR FAVOR, A LAS MENTIROSAS, DESENMASCARARLAS, Y A LOS CULPABLES, CONDENARLOS, NO DEFENDAIS LA MENTIRA, POR QUE ALGUN DIA, ESTO, NOS CERÁ MUY CERCA,A UN PRIMO, A UN HIJO, A UN TIO. Y AHÍ SABREIS, HASTA DONDE PUEDE LLEGAR UNA MUJER, APARADA, POR UNA LEY ESCESIVAMENTE INJUSTA, QUE APLICAN LOS VAGOS FUNCIONARIOS DE LA JUSTICIA, COMO AUQUELLOS QUE TIRAN CARAMELOS, COMO LOS REYES MAGOS, A UN LADO U A OTRO.
UN POQUITO DE POR FAVOR.
SOMOS, COMO NOS PINTAN EN EUROPA Y AMRICA, SOMOS LOS CURROS JIMENEZ Y LAS CARMENCITAS, DE TODA EUROPA.
GRACIAS POR EL JURAMENTO HIPOCRITICO QUE HACEIS. BESITOS PARA ELLAS Y UN ABRAZO PARA ELLOS
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