Zapatos nuevos o los cantos de sirena del capitalismo ibérico. Desde mi ventana nuevo soy capaz de ver la calle Alcalá en su glorioso primer tramo, antes de que el norte la confunda y ensucie. En esa zona donde la calle Sevilla muere y se une a la furiosa marea humana que va hacia allí, hacia allí, siempre en movimiento como el torrente sanguíneo, siempre viva, siempre la vida, vida, vida de esta ciudad a la que amo con toda mi alma.
Zapatos nuevos para un puesto de trabajo nuevo que me apasiona y que me derrota.
Los placeres de la pobreza han vencido a mi burlada revolución
Enrique Bunbury - Los placeres de la pobreza
Cayetano Gea Martín
3 comentarios:
Enhorabuena por tu nuevo trabajo. Espero que esto sea para ti el esperar a una vida nueva. Nueva pero mejor, por supuesto. Me alegro mucho por ti, porque ra lo que querías desde hace mucho. Ahora disfrútalo.
Donde escribí esperar debería haber escrito despertar (estos lapsus linguae...)
Pues muchas gracias, pero me mola más la frase primera, la de esperar una vida nueva, antes de la corrección... mucho más poética.
Gracias, neng, te veo el viernes?
Chaooo
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