sábado, junio 25, 2005

Una reflexión inútil, burda y pesimista

Nacemos tumbados porque acabamos de abandonar la muerte. Según envejecemos, nuestra nariz cada vez se empeña más en tocar el suelo y morir, por eso nos vamos encorvando. Nuestra posición vertical inicial es sumamente antinatural y opuesta al reclamo oscuro de la tierra. Sí, el suelo nos llama con voz profunda, a sabiendas de que, tarde o temprano, los gusanos tendrán su festín.
Cayetano Gea Martín

No hay comentarios: