Ante mí se extendía la planicie eterna de los sueños malogrados. No resultaba una visión agradable el contemplar aquellas tierras baldías, ni observar a los escarabajos gigantescos fabricar bolas con los restos de los cadáveres putrefactos que moran en mi armario. Entre amigos muertos, cenizas, escombreras para los sueños caídos y pequeños volcanes en erupción, aquellos ciegos insectos de ébano continuaban infatigablemente con su labor, mientras la roja lava se reflejaba en su exoesqueleto quitinoso.
¿Qué significa esta visión que suena a maléfico trapecio de circo que divide mi alma en cielo e infierno a partes iguales? ¿Qué significan estas frases patéticas soltadas a toda ostia, al ritmo de mis pensamientos? ¿Por qué y por quién se tiñe mi visión de rojo hoy? ¿Por qué siento que nada me queda y que he sido a la vez víctima y verdugo? Recuerdo la condena a muerte a la que asistí ayer, también en un valle rodeado de escarabajos, pero bañados por la luz de la luna muerta. ¿No es horrendo que un objeto tan encandilador como nuestro familiar satélite sea un cadáver pétreo flotando en el espacio?
Ahora mismo, lo único urgente es ir de frente con mi poca verdad. Los demás tienen ya suficiente con su miedo y su libertad (Bunbury).
Escribo estas líneas como desahogo para intentar buscarle un sentido a lo que les queda por vivir a mis compromisarios perdidos, las canto como homenaje a las encrucijadas de mal final, con el amor inmoral como premio absoluto… Pase por la caseta de feria de la Madre Entropía, hágame el favor, que le cambiamos la amistad por tres disparos con su corazón por diana.
Cuando la tormenta de cerebros mojados de egoísmo (el primero el mío) amaine, volveré a plantearme determinadas cosas y a obrar en consecuencia. De momento, la granada que ha divido al curioso grupo de peregrinos en mutilados drogadictos del presente, me impide razonar y me incita a escribir así, a golpe de traición tras traición. Mientras, la vida sigue pasando por los corazones sordos, ciegos e inmaduros de nuestra puta generación.
¿Qué significa esta visión que suena a maléfico trapecio de circo que divide mi alma en cielo e infierno a partes iguales? ¿Qué significan estas frases patéticas soltadas a toda ostia, al ritmo de mis pensamientos? ¿Por qué y por quién se tiñe mi visión de rojo hoy? ¿Por qué siento que nada me queda y que he sido a la vez víctima y verdugo? Recuerdo la condena a muerte a la que asistí ayer, también en un valle rodeado de escarabajos, pero bañados por la luz de la luna muerta. ¿No es horrendo que un objeto tan encandilador como nuestro familiar satélite sea un cadáver pétreo flotando en el espacio?
Ahora mismo, lo único urgente es ir de frente con mi poca verdad. Los demás tienen ya suficiente con su miedo y su libertad (Bunbury).
Escribo estas líneas como desahogo para intentar buscarle un sentido a lo que les queda por vivir a mis compromisarios perdidos, las canto como homenaje a las encrucijadas de mal final, con el amor inmoral como premio absoluto… Pase por la caseta de feria de la Madre Entropía, hágame el favor, que le cambiamos la amistad por tres disparos con su corazón por diana.
Cuando la tormenta de cerebros mojados de egoísmo (el primero el mío) amaine, volveré a plantearme determinadas cosas y a obrar en consecuencia. De momento, la granada que ha divido al curioso grupo de peregrinos en mutilados drogadictos del presente, me impide razonar y me incita a escribir así, a golpe de traición tras traición. Mientras, la vida sigue pasando por los corazones sordos, ciegos e inmaduros de nuestra puta generación.
Cayetano Gea Martín
5 comentarios:
Un poco bruto, no crees? El amor nunca puede ser inmoral, como mucho inoportuno.
A ver si te cambia el ánimo y escribes cosas más alegres, que pa desgracias y situaciones tristes ya tenemos las que nos vienen dadas.
Un besazo.
No te enteras de nada.
buen blog!, cuenten con un link!!
TAMICABRI: No es bruto, niña, es sólamente un desahogo... Oye, cada uno a su manera, ¿no?
MARTUKI: Tienes toda la razón, no sabes cuánto... Quizás sea porque no se me considera lo suficientemente amigo como para contarme nada que haga que me entere de algo. Me alegro que a tí sí. Espero que se valore más tu amistad que lo que se ha valorado la mía. Tienes suerte.
EL CHUKUSTAKO TIROLEIRO (¡AJUA!): (Espero haberlo escrito bien) ¡Muuchas gracias, amigo! En cuanto termine de escribir ésto, me meto en tu blog y te cuento...
¡¡Si señor!!!. Descripciones decadentes es lo que me va. No quiero entrar en las razones del relato, ese no es mi mundo, pero esas maneras de escribir son las que me enganchan. Más mala leche para escribir por favor.
PD: Este post no quiere ofender a nadie, solo dar una (modesta) opinión de estilo.
PD2: Siento la tardanza en opinar.
Publicar un comentario