sábado, mayo 31, 2008

Elogio a los libros sin trama.

La trama, defendida por los escritores anglosajones del XIX (y por muchos del XX), nunca ha sido algo que haya buscado premeditadamente en mis lecturas. Tanto es así que creo que más bien me he alejado de ella para buscar nuevos motivos y estilos en la literatura. Y posiblemente son los libros sin trama algunos de los que más he disfrutado: La vida, instrucciones de uso, de Perec, Rayuela, de Cortázar, Impresiones de África, de Roussel, algunos de los libros de Pavic, algunos de los de Bolaño, alguno de Vila-Matas, la mayoría de Fresán o el único de Alberto Ávila Salazar.
Por fin, este pasado fin de semana he encontrado un argumento interesante en contra de la trama en las novelas que, por supuesto, no es mío sino del genial Kurt Vonnegut y del que se hace eco Vila-Matas en un artículo en El País. Decía Vonnegut que las tramas eran en realidad sólo unas cuantas y no era necesario darles demasiada importancia, bastaba con incorporar – casi al azar- una cualquiera de ellas al libro que estuviéramos escribiendo y de esta forma disponer de más tiempo para la forja de lo que realmente habría de importarnos: el estilo. ¿Y cuáles eran esas tramas? Vonnegut se las sabía de memoria, tenía una lista muy perecquiana: "Alguien se mete en un lío y luego se sale de él; alguien pierde algo y lo recupera; alguien es víctima de una injusticia y se venga; el caso conmovedor de Cenicienta; alguien empieza a ir cuesta abajo y así continúa; dos se enamoran, y mucha otra gente se entromete; una persona virtuosa es acusada falsamente de haber pecado o de haber cometido un crimen; una persona se enfrenta a un desafío con valentía, y tiene éxito o fracasa; alguien inicia una investigación para conocer la verdad de un asunto...".

Seguiré creyendo pues que es posible una historia sin trama, que las tramas ya se desarrollan en la vida real y que lo que yo quiero es arte, una forma nueva de contar historias.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Sepa -a V-M le conozco mucho, digamos que es mi vecino- que Vonnegut en realidad solo hizo la lista perecquiana (ver The Paris Review Entrevistas-El Aleph editores). La recomendación de que basta con elegir una de las tramas e incorporarla a la novela que uno está haciendo y así poder dedicarle más tiempo al estilo es más bien de mi vecino, V-M, que prefirió atribuirsela a Vonnegut, sabiendo que le harían más caso si decía que era de Vonnegut.
Reciba un cordial saludo desde la bahía de Montano.

Pedro Garrido dijo...

Pues me parece todo un acierto por parte de su vecino el haber recurrido a esa treta porque he caído como un ratñon en la trampa, jaja. Pero eso no parece nuevo en el señor V-M y si no recordemos la (famosa) lista de 10 con sejos que supuestamente Marguerite Duras le ofreció y que él trató de seguir al pie de la letra.

Un saludo para usted también, desde este retiro borgiano.

Margot dijo...

No puedo por menos que estar contigo aunque también defiendo una buena trama, con uñas y dientes, si va acompañada de un maravilloso estilo...

No es necesario renunciar a nada, no? pero si hay que hacerlo... vale, de acuerdo! jeje.

Un beso, Brainy, cuánto ha...!

Pedro Garrido dijo...

Lo sé, Margot, pero he vuelto y prometo ser más constante a partir de ahora. Por cierto, por si no lo sabers, hoy es el cumpleaños de Kay, así es que moléstale un poco con un mail dicíendole lo cerca que está ya de la muerte y esas cosas, jaja. Yo voy a hacerlo en estos momentos.
Menos mal que sabe que es con cariño...

Kay dijo...

Vaya hombre, habló el tío que al que saco diez años, no te jode... Te recuerdo, chato, que en apenas veinte días estaremos empatados en el marcador...

Sobre tu entrada, pues ya te puedes imaginar lo que opino, que para eso me conoces como si me hubieras parido, ¿no?: Estoy parcialmente de acuerdo contigo... A veces lo que hace grande a un libro es la trama... junto con el estilo, claro está... A mí últimamente me pasa lo contrario, y me fatiga la novela experimental esa que te gusta a ti tanto y que más parece un conjunto de conceptos al alirón (muy bien narrados, eso sí) que una novela...

Sin trama no habría Quijote, ¿no es cierto, caro amico?

Y más te vale pasarte hoy por el Bacchvs y darme la razón como la criatura inferior que eres (ja, je, ji, jo, ju... Moriarti dixit) o te quedas sin caña gratis...

Pedro Garrido dijo...

La caña no va a poder ser, aunque ya lo habrás notado cuando leas este comentario. Imposible.
En cuanto a la trama del Quijote, yo más bien la trataría de capítulos encadenados que de una verdadera trama. No es la trama lo que hace grande al Quijote, sino sus recursos.