viernes, octubre 10, 2008

Sus manos hermosas y morenas acarician mi cara como si jamás lo hubieran hecho antes, explorando los rincones inéditos de mi rostro falsamente joven.

Sus manos son dos joyas turcas engarzadas en los dedos sinuosos que reptan hacia los míos con la sabiduría que dan los evos.

Sus manos palpitan de vida, excitadas, exploradoras y tiernas, de feminidad bien entendida. ¡Manos señoras y dueñas!


Cayetano Gea Martín

1 comentario:

Martuki dijo...

Bienvenidooooo a ésta tu casa!!!