Hay un puerto de árboles bajo el sol tibio
Que brilla en esta primavera de marzo,
Bajo el palio de almendros y los retazos
Que ocultan el valle tras sombra de lirios.
Aún navega el verde color ibero
Que campea en esta parte del orbe,
Donde llegan los vientos sin nombre.
¡Somos el hogar de quijadas de acero!
Pero tú, maizal rubio, traes bendito color
A esta tierra yerma olvidada de Dios.
¡Amarillo trigo que ya partes al mar!
¿Cuándo recogeremos el fruto de tu amistad?
Aquí nos quedamos, guardianes en Castilla,
Que brilla en esta primavera de marzo,
Bajo el palio de almendros y los retazos
Que ocultan el valle tras sombra de lirios.
Aún navega el verde color ibero
Que campea en esta parte del orbe,
Donde llegan los vientos sin nombre.
¡Somos el hogar de quijadas de acero!
Pero tú, maizal rubio, traes bendito color
A esta tierra yerma olvidada de Dios.
¡Amarillo trigo que ya partes al mar!
¿Cuándo recogeremos el fruto de tu amistad?
Aquí nos quedamos, guardianes en Castilla,
A observar el lento desarrollo de tu semilla.
Cayetano Gea Martín
2 comentarios:
Compruebo el fruto de tus lecturas, épico mío... jeje.
Beso y correo en naita!
Marga... Me pillaste, pues... Jejeje... Pero está dedicado a dos personitas reales que me han encandilado y que parten a escuelas fuera...
Besos y más te vale...
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