lunes, enero 24, 2005

Caras y rostros y máscaras

La vida es un cúmulo de ilusiones perdidas, de vacíos palcos de teatro, de caras sobreexpuestas en el muro de las contemplaciones de la humanidad.

Caras, caras y caras. Observo a esa hermosa mujer que rondará los treinta, su plenitud. Contemplo su belleza madura, su seguridad, su aplomo. Después me contemplo a mí mismo y me descubro pequeño y joven, en más de un sentido. Noto mi deseo de encontrar una mujer así, no ya por la edad, sino por esa madurez que sólo aparece en determinados ojos femeninos.

Sigo buscándote, perdida en un mar de rostros, de máscaras de carnaval. A veces creo atisbarte, pero temo tu imagen y tu rechazo. Te persigo enamorado por las calles de Madrid. Creo ver el reflejo plateado de tu vestido, aunque sospecho que aquel rayo de luna se vuelve a burlar de mí. ¡Becqueriano amor!

Te busco a través de páginas infinitas, de la literatura, acaso el tejido del alma humana. ¿Te busco? No lo sé. Quizá no pongo el empeño suficiente. Quizá desaprovecho oportunidades. Te prometo redoblar esfuerzos, oh, tú, mujer, alma, vida, cosmos; tú, que eres, para mí, tierra santa.
Cayetano Gea Martín

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Todos buscamos a alguien, e imaginamos cómo es en realidad cada persona que nos cruzamos por la calle y que llama nuestra atención...pero nunca lo sabremos, demasiados peces en el mar!
La cuestión es si buscamos alguien especial, alguien que nos enamore o si lo único que nos interesa es una persona que se adapte a los cánones de lo que nosotros querríamos que fuera...
Saludos ;)
Carmen
www.fernandezaguilar.com/bitacarmen

Kay dijo...

Bueno... Soñar es gratis, jeje