lunes, abril 21, 2008

Una frase larga e incoherente


Cae la noche, y las estrellas que brillan encima de mi cabeza no paran de repetir, cansinas, mi nombre, como si no hubiera nadie mejor a quien molestar, cojones: hoy no estoy para nadie y menos para los destellos del cosmos insondable, ignoto, abismal, primigenio y el resto de los adjetivos de escribidor sin habilidad que sea capaz de colocar para buscar el efecto deseado de impecabilidad barroca que tanto me gusta, conocedor de que mis artes son escasas y que debo tirar de argucias más o menos legales para alcanzar los corazones de las personas (las cuatro o cinco) que me leen y no vomitan del asco, y yo sigo sin saber el por qué, oiga usted, que nauseabundo suelo ser (y más si me empeño): un método fijo suele dar propósitos concretos, siempre cuando, claro está, decimos gracias, sepamos cuáles son, que no es el caso, ni siquiera la solución fácil de decir, eh, voy a escribir un poco sin revisar y procurando no poner ni un punto, todo cabe en una frase, o eso dicen los sabios.



Cayetano Gea Martín


2 comentarios:

Margot dijo...

Estamos de crísis creativo-cósmica, mi niño? Pues sí que sí...

Al menos pusiste comas para no ahogarnos, un detalle.. en pago a tu cortesia te diré que le den a los propósitos, sean concretos o imaginados, siquiera, sean como quieran ser, aunque no sean, fíjate.

Y a los sabios, a esos también, tú conoces a alguno? pues que lo mismo, me digo yo, van a ser un invento, que yo si no palpo no veo, o no creo, que para el caso es lo mismo. O de existir... resulta que están sobrevalorados?

Y todo esto tras leerte y sin vomitar de asco. Y muy escrupulosa no soy yo pero algo tisquismiquis sí.

Ea, besos... y tú sigue a lo tuyo!!

Kay dijo...

Buenooo.... Aceptamos barco, jejeje...