Andar ciego y desafiante
Por el camino largo y duro,
Apostar el ahora y el antes,
No poder otear el futuro.
Suplicar piedad a la luna,
Ser un imbécil integral,
Envejecer desde la cuna,
Creer que ella es Santo Grial.
Tener quince años de nuevo,
Mudar de la cara el color,
Perder el cariño vertido.
Rebajarse a un mísero ruego:
Todo esto conforma el amor;
Quien lo probó, está jodido.
Cayetano Gea Martín
¡Quien lo probó lo sabe! Eso decía Quevedo. Lo que tú escribes se llama mal de amores. Y pasa. Todo lo cura el tiempo.
ResponderEliminarBuf, el mal de amores de los quince,que horror,que manera de sufrir...espero que ahora puedas beber en esa copa algo mucho mas dulce.Besos Sai Kay***
ResponderEliminarPater,
ResponderEliminarHombre, es obvio que es una especie de homenaje cutre a Don Francisco
Dalia,
Estamos en ello... :)
Largos días y prósperas noches